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null Familias restituidas y no restituidas de Otaré se benefician con una biofábrica en la que son producidos abonos orgánicos

Los campesinos crearon una asociación que fue apoyada por el Consejo Noruego, llevándolos a convertirse en productores de ‘bochashi’, un insumo natural que se ha convertido en valor agregado para el fortalecimiento de los proyectos productivos entregados por la URT.

 

Cúcuta, 29 de noviembre 2019 (@URestitucion). La fábrica está ubicada en una de las montañas del corregimiento de Otaré, en el municipio de Ocaña (Norte de Santander). Tras la sentencia que señalaba la prevalencia del derecho territorial para 17 familias, estos campesinos coincidieron en que era necesario crear una asociación de familias restituidas y no restituidas del corregimiento, con el fin de generar un beneficio generalizado, al conocer que existía la articulación y el apoyo internacional del Consejo Noruego, dando paso al nacimiento de la Asociación Resiliente Ocañera de Productores Agropecuarios Luchadores (‘Aropal’).

 

Es así como ‘Aropal’ se ha convertido en el punto de encuentro de los campesinos de Otaré; restituidos y no restituidos ven en la biofábrica un paso adelante para sus siembras, teniendo en cuenta que el abono orgánico es el primer paso para su avance hacia la agricultura limpia, es decir, que sus abonos sean 100% naturales.

 

Marcial Contreras hace parte de la Asociación y es uno de los encargados de fabricar ‘Bocachi’, empacarlo en bultos y tenerlo listo para que los campesinos lo puedan trasladar a sus fincas y utilizarlos en sus cultivos, factor que los hace reconocidos por la comunidad, debido a sus prácticas amigables con el medio ambiente.

 

“Yo soy un beneficiario indirecto de restitución porque, a través de la sentencia, nos organizamos y todos resultamos ganando con esta idea. Por ejemplo, tenemos listos 198 bultos de abono para vender a 14 beneficiarios de la restitución, para que siembren sus proyectos productivos de manera muy saludable”, afirmó Marcial.

 

Según Edward Álvarez, director de la Unidad de Restitución de Tierras (URT) en Norte de Santander, la biofábrica es el resultado clave de la articulación con entidades como el Consejo Noruego, el cual financió su creación, teniendo como objetivo la reactivación económica de las familias de Otaré.

“Esto es un logro que beneficia a muchas personas de la comunidad; la Unidad de Restitución de Tierras ha invertido un promedio de $800 millones en Ocaña con proyectos productivos, dirigidos a recuperar la capacidad productiva del municipio” concluyó el Director Álvarez.

Fecha: lunes 2 de diciembre 2019Fuente: Unidad Administrativa Especial de Gestión de Restitución de Tierras Despojadas