Noticias Abril 2018

null Beneficiarios de restitución de Miraflores cosecharán hortalizas orgánicas, en predio que perteneció a la mafia

El director general de la Unidad de Restitución de Tierras (URT), Ricardo Sabogal Urrego, estuvo en el municipio de La Ceja y visitó este predio, antes propiedad de testaferros del narcotraficante Pablo Escobar. Hoy, estas tierras son entregadas a familias beneficiadas con sentencias de restitución que, por diferentes motivos, no pueden regresar a las fincas que abandonaron o fueron despojadas por la violencia. Los campesinos le contaron a Ricardo Sabogal cómo vienen transformando la propiedad en parcelas productivas y sostenibles.

Medellín, 25 de abril de 2018 (@URestitucion). De la caballeriza con animales costosos y la casa llena de lujos que se veían en épocas del narcotráfico queda muy poco. El presente del predio Miraflores, muy cerca del casco urbano de La Ceja, en el Oriente antioqueño, es bien distinto: se ven obreros construyendo los invernaderos donde crecerán lechugas y tomates orgánicos, y campesinos preparando la tierra para la siembra.

Este fue el paisaje que se encontró el director general de la URT, Ricardo Sabogal Urrego, quien estuvo hace poco recorriendo con las familias restituidas 10 parcelas que vienen siendo transformadas por sus nuevos propietarios luego de las sentencias de restitución. Estas personas, al no poder regresar a los predios reclamados, están siendo compensadas con parcelas en este predio de extinción de dominio. Durante la actividad también estuvo la subdirectora de la URT, Alcelis Coneo Barbosa.

“Nos sentimos muy entusiasmados y con todas las ganas de seguir adelante. Después de no tener nada, ahora estamos reconstruyendo nuestro proyecto de vida”, comentó Nahún Orrego, uno de los nuevos dueños en Miraflores, durante la reunión con los directivos de la Unidad de Restitución de Tierras.

Por su parte, Sabogal los animó a seguir trabajando unidos y destacó la iniciativa de los campesinos por crear la Asociación Nueva Miraflores, con la que se pretende apoyar la producción y comercialización de los cultivos de hortalizas y arándano azul.

Hasta el momento, están asignadas 10 de las 12 parcelas y en ellas se invierten cerca de 300 millones de pesos en proyectos productivos para garantizar la sostenibilidad de las familias que en el pasado huyeron de sus fincas y ahora labran su futuro donde antes dominaban los ilegales.