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null “La restitución nos dio todo”: familia González en el barrio Aranjuez de Medellín

En la capital antioqueña se implementa el primer proyecto productivo de carácter urbano para beneficiarios de restitución. En Antioquia se concentra el 30% de iniciativas productivas apoyadas por la Unidad de Restitución de Tierras.

En la capital antioqueña se implementa el primer proyecto productivo de carácter urbano para beneficiarios de restitución. En Antioquia se concentra el 30% de iniciativas productivas apoyadas por la Unidad de Restitución de Tierras.

 

Medellín, 30 de abril de 2023. En los próximos días, el Grupo Fondo y la Dirección Territorial Antioquia de la Unidad de Restitución de Tierras (URT) desembolsarán a la familia González los recursos económicos que le permitirán fortalecer y expandir una pequeña fábrica de helados artesanales que nació a finales de 2022 en el populoso barrio Aranjuez de Medellín, y que lleva por nombre Congelarte.

Se trata de un hecho sin precedentes, toda vez que es el primer proyecto productivo de carácter urbano que implementa la URT en el país. “Con el dinero y el apoyo que vamos a recibir por parte de Restitución, vamos a comprar una maquina llamada ‘paletera’ y unos moldes que nos permitirán hacer más helados en menos tiempo. Con eso, esperamos crecer mucho más pues como estamos ahora, no damos abasto para tanto pedido que tenemos”, relata con entusiasmo Óscar, responsable del emprendimiento familiar.

A su padre, Eduardo González, la Sala Primera Civil Especializada en Restitución de Tierras del Tribunal Superior de Antioquia le amparó su derecho mediante sentencia proferida el 8 de agosto de 2018. En la decisión, los magistrados también accedieron a su solicitud para que le compensaran con un predio urbano, pues no tenía la más mínima intención de regresar a la finca de la que fue expulsado violentamente y luego le despojaron.

Eso fue en 1997. Eduardo fue beneficiario de adjudicación de predios por parte del desaparecido Instituto Colombiano de Reforma Agraria (Incora, hoy Agencia Nacional de Tierras) en 1996. Fueron 14 hectáreas las que le dieron en Mata e’ maíz, corregimiento del municipio cordobés de Tierralta. “Era una finquita bien hermosa. Allá conseguí mi esposa, allá nacieron mis tres hijos, y fui un campesino muy laborioso, pero mi sueño era ser un ganadero”, recuerda.

Para ello, Eduardo hizo un préstamo en la Caja Agraria con el que adquirió nueve novillas preñadas y dos caballos, “pero un día, en horas de la tarde, unos hombres armados, comandados por un lugarteniente de Salvatore Mancuso, se llevaron el ganado argumentando que no era mío. De ahí comenzaron las amenazas contra mi vida, me hicieron unos estudios de seguridad y lo que me dijeron fue: ‘lo mejor es que se vaya porque su vida acá corre peligro’”.

De Tierralta salió directo con su familia para Medellín. Finalmente, el banco remató su finca. Estando en esta ciudad acudió a las oficinas de la URT para dar a conocer su caso. Con la compensación ordenada por los magistrados del Tribunal compró una casa en el barrio Aranjuez. Su decisión tuvo en su momento un costo: “resulta que como pedí compensación en predio urbano, no me entregaron proyecto productivo, porque no tenía derecho”.

Decisión incluyente

Hasta hace un par de años atrás, los jueces de restitución de tierras solo ordenaban la entrega de proyectos productivos a los solicitantes siempre y cuando estos se ejecutaran en predios rurales, dejando por fuera de esta medida a todos aquellos que eran compensados con predios urbanos.

“Cuando la persona era compensada con un predio urbano, la URT no tenía las herramientas legales para atenderlos, sobre todo en el componente de proyectos productivos”, señalan funcionarios del Grupo Fondo. La perseverancia de beneficiarios de restitución como Eduardo y los ajustes institucionales internos que viene liderando esta área de la URT han logrado revertir positivamente esta realidad.

En el caso de Eduardo, en 2020, este interpuso un recurso en las instalaciones del Tribunal Superior de Antioquia, donde consultó a los magistrados de restitución si tenía derecho a un apoyo para un proyecto productivo. A principios de 2023 le respondieron que sí. Paralelo a ello, mediante el Acuerdo No. 54 de 2023 del Grupo Fondo, la URT definió los parámetros para brindar atención tanto a quienes fueron restituidos en predios urbanos como a quienes fueron compensados.

Así, a la fecha, la dirección territorial Antioquia de la URT cuenta con 24 órdenes emitidas por los jueces de restitución para acompañar proyectos productivos de carácter urbano. El primero de ellos en recibir los recursos económicos y el acompañamiento por parte de la Unidad fue, precisamente, el de Eduardo.

Iniciativa refrescante

¿Y cómo nació Congelarte? “Estábamos viviendo una situación difícil, y pensando con mis papás y mis hermanos qué íbamos a hacer, medio en chiste, medio en serio, dijimos: ‘hagamos paletas’. De eso hace ya tres años”, recuerda Óscar, quien se puso a estudiar en Internet cómo hacer helados artesanales.

Entre ensayo y error, Óscar fue perfeccionando sus recetas, entendiendo cómo mejorar la rentabilidad del emprendimiento familiar y cómo llegar a más personas. “Primero vendíamos a los vecinos, así al detal. Pero gracias a las redes sociales ya gente de otras partes de la ciudad comenzó a pedirnos, pero ya en cantidad. Pasamos de vender una por una a vender 100, 200 en un día”.

El éxito de su producto también le significó dificultades logísticas: “con las herramientas que tenemos, no damos abasto para vender más, porque tenemos quién nos compre, pero no cómo hacer tantas”. De ahí que, cuando Óscar se enteró que su padre resultó beneficiado con un proyecto productivo urbano por parte de la URT, decidió apostarle todo a la empresa de helados.

“Esa es la idea, que este sea un negocio familiar. Bueno, mi papá quizás ya no está para estos trotes, pero la idea es que con la paletera y los moldes que nos va a entregar la Unidad, podamos expandirnos por toda la ciudad”, auguró.