Con la intervención en 72 veredas de cuatro municipios de Meta, Casanare y Guaviare, la Unidad de Restitución de Tierras (URT) asume el reto de llegar este año a la mayoría de zonas del oriente y sur del territorio colombiano.
Villavicencio, 22 de febrero de 2017 (@URestitución). Como el gran reto del 2017 calificó el director general de la Unidad de Restitución de Tierras, Ricardo Sabogal, la determinación de avanzar de manera contundente con el proceso de restitución de tierras en el oriente y sur del país. “Uno de los principales efectos de la paz es la intervención que haremos a partir de ahora en estas zonas del territorio nacional, llevando justicia a las víctimas de despojo de tierras que durante décadas allí padecieron el conflicto. El gran reto de la Unidad para este año es trabajar en Vista Hermosa, La Uribe, La Macarena y Puerto Rico, así como barrer o atender la totalidad de las solicitudes de Casanare e incluso entrar al Vichada”, expresó el funcionario.
El anuncio lo realizó Sabogal ante diversos medios de comunicación durante la visita que llevó a cabo a la Dirección Territorial Meta, con el ánimo de revisar las disposiciones con que la Unidad interviene esta zona del país. Entre los primeros avances divulgados por Sabogal en su visita, estuvo la apertura o microfocalización que tendrán los municipios de La Macarena y El Castillo, donde inicialmente serán intervenidas 6 y 12 veredas, respectivamente.
El funcionario fue enfático en su compromiso de llevar el proceso de restitución de tierras a las zonas más apartadas y complejas del país, por lo que el anuncio para el Meta estuvo acompañado de noticas que igualmente benefician a víctimas de despojo de tierras en Casanare y Guaviare. En estos departamentos han sido habilitadas 30 y 24 veredas de los municipios Yopal y San José del Guaviare, iniciando con ello la entrada de la URT a territorios antiguamente vedados para emprender procesos de este tipo.
La viabilidad de las 72 veredas permitirá la atención inicial de 273 solicitudes de restitución. Sin embargo, tras el anuncio hecho y el aumento de la confianza de la población en el proceso, así como la labor de las autoridades que lo acompañan, se espera un incremento en el número de reclamaciones por cuenta de las víctimas de despojo o abandono forzado.
“Con la paz el mercado de las tierras en Colombia se normaliza. Hay más seguridad y garantías de inversión, por eso las víctimas del conflicto están regresando a sus predios cobijadas con proyectos productivos y oportunidades de desarrollo”, manifestó Sabogal.
Las zonas habilitadas para emprender el proceso de restitución de tierras corresponden a territorios antiguamente emblemáticos por el recrudecimiento del conflicto que padecieron durante décadas. Así, por ejemplo, el municipio El Castillo, en el departamento del Meta, es uno de los municipios más afectados por la violencia en todo el territorio nacional, al lado de municipios como Apartadó en el Urabá Antioqueño, Barrancabermeja en el Magdalena Medio, o Tibú en el Catatumbo. A su vez, por su papel como antiguo reducto de las Farc-EP, La Macarena, en el marco de los acuerdos de paz, es uno de los municipios priorizados para llevar adelante el proceso de desminado humanitario, lo que facilitará que la URT atienda con más agilidad las solicitudes presentadas.
El cumplimiento del reto anunciado significa nada menos que el restablecimiento de la justicia y el mejoramiento de la economía para las víctimas de despojo de tierras en esta porción del país.
Fecha: miércoles 22 de febrero 2017
Fuente: Unidad Administrativa Especial de Gestión de Restitución de Tierras Despojadas
