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null Familia de Norte de Santander, afectada por la guerrilla y los paramilitares, regresará a sus tierras ubicadas en El Zulia

Por segunda vez en una semana víctimas de despojo o abandono forzado de tierra a causa del conflicto armado en Norte de Santander recibieron buenas noticias, al ser proferida una nueva sentencia de restitución que restablece la propiedad sobre un predio de este departamento.

 

Cúcuta, 28 de julio de 2015 (@URestitucion). En esta oportunidad, el fallo proferido por el Juzgado Primero Civil del Circuito Especializado en Restitución de Tierras de Cúcuta beneficia a un hombre y su núcleo familiar, tras haberse visto privado, a lo largo de varios años, de habitar y explotar la que fuera la tierra; sustento de su hogar.

Corría el año 1988 y el abuelo de Juan*, el solicitante actual, recibió de manos del entonces Incora una parcela de 15 hectáreas ubicada en la vereda San Miguel, en el municipio de El Zulia. Con la entrega del terreno, el anciano vislumbró la posibilidad de sacar adelante a la familia.

Sin embargo, sus esperanzas comenzaron a verse truncadas cuando en 1992 un allegado ingresó en el ejército y la familia pasó a ser blanco de señalamientos y amenazas por parte de la guerrilla. La situación llegó al punto de generar el primero de una serie de desplazamientos que sufriría la familia.

De vuelta al predio y con la esperanza de retomar las labores del campo, Juan y su familia fueron testigos de la llegada de las autodefensas al municipio de El Zulia hacia el año 2000, lo que representó el recrudecimiento de la violencia contra los pobladores. De la embestida paramilitar fue víctima también la madre de Juan, pues por ese tiempo trabajaba como promotora de salud en la vereda San Miguel y recibió amenazas contra su vida. Todo ello, sumado a la crisis económica a la que el accionar de los grupos sumió a la región, derivó para esta familia en un estado de indefensión que le impidió incluso acceder a programas de crédito con que estimular la producción de la parcela.

Fue entonces que el abuelo propuso traspasar el predio a nombre de Juan y así intentar obtener el crédito necesario para invertir en la siembra del terreno. Por desgracia, la presión de las autodefensas sobre la familia continuó a lo largo del tiempo, hasta que en el año 2012 la intimidación para sembrar cultivos ilícitos determinó la salida definitiva de Juan y los suyos de la parcela. Desde entonces, y hasta el día de hoy, habían permanecido a la deriva como desplazados, buscando mejor fortuna incluso en territorio Venezolano. Con el fallo emitido esperan retornar al terruño del que nunca tuvieron intensión de irse.   

Asimismo, la decisión judicial contempla la condonación del pago correspondiente al impuesto predial, valorización u otros impuestos que se adeuden sobre el predio objeto de restitución, así como el ingreso de los beneficiarios a un subsidio de vivienda rural, entre otras disposiciones encaminadas a resarcir el daño que la violencia les generó.  

Con esta, ya son 43 las sentencias de restitución de tierras obtenidas en Norte de Santander, que han permitido el retorno de varias familias a sus tierras, explotadas actualmente para el mejoramiento de sus condiciones de vida.  

 

Fecha: martes 28 de julio 2015

Fuente: Unidad Administrativa Especial de Gestión de Restitución de Tierras Despojadas