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null El Café de la restitución

Esta es la historia de la familia Vanegas Tobón, encarnada en su empoderada hija Deisy, que recuperó su tierra por la Ley 1448 y hoy está produciendo uno de los cafés más prósperos de Montebello, Antioquia. Será una de las protagonistas de Agroexpo 2021.

Esta es la historia de la familia Vanegas Tobón, encarnada en su empoderada hija Deisy, que recuperó su tierra por la Ley 1448 y hoy está produciendo uno de los cafés más prósperos de Montebello, Antioquia. Será una de las protagonistas de Agroexpo 2021.

 

Deisy solo sonríe por haber podido volver a pisar su tierra en la vereda Sabanitas, en Montebello, Antioquia. Es la cara joven de la restitución de tierras en Colombia, esa generación inspiradora de hijos de restituidos que tuvieron que escapar de sus predios cuando eran apenas unos niños y que hoy, más arraigados que nunca a sus territorios, se están convirtiendo en poderosos emprendedores rurales y ven allí un campo fértil para el desarrollo de sus nuevos proyectos de vida.

Parece lejano aquel 2008 triste en el que, a sus 12 años, tras el asesinato de uno de sus tíos más queridos, tuvo que huir junto con sus papás, su hermano, sus abuelos y otro tío, a la cabecera municipal de Le Ceja. Habían logrado sobreaguar la violencia que se había ensañado contra esa tierra linda desde el final de los años 90, en donde se cuenta que los campesinos recibían visitas inesperadas de gente armada que bajaba de las montañas y se instalaba en sus patios intimidando o preguntando por alguien con nombre propio. Pero cuando la muerte llamó a su puerta ya no pudieron seguir en ese hogar que los alimentaba. Deisy recuerda con claridad lo que ello significó, despegarse de ese paisaje de horizonte marcado, de esas matas donde jugaba a las escondidas con su hermano, de ese sentimiento de libertad y enormidad que brinda el campo. Y sufrió mucho encerrándose en las cuatro paredes de una ciudad.

Por eso cuando en 2014 Fidelia Tobón, su mamá, se puso a la tarea de averiguar qué era eso de la restitución de tierras y de la Ley de Víctimas, una esperanza se asomó a esta familia. Ella sentía que si les pagaban los perjuicios causados por tantos años de desarraigo, esa sería una reparación que compensaría el daño, pero nunca se imaginó que, luego del proceso de restitución, la sentencia proferida a su favor –en diciembre de 2015, seis meses después a su hermano Neftalí y en septiembre de 2017 a la abuela de Deisy, doña Mercedes Marulanda de Tobón– vendría acompañada de unos recursos para la implementación de un proyecto productivo que recogía su vocación agrícola: la siembra de café.

En ese momento Deisy nunca se imaginó que de allí surgiría el impulso para crear el Café Sabanitas, gracias a que acondicionaron los tres terrenos restituidos para consolidar de la mejor forma su proyecto y, así, darle vuelo y sostenibilidad. Fidelia y Neftalí juntaron los recursos de su reparación para hacer una fábrica de beneficio de café de porte industrial.  Y los de doña Mercedes se destinaron al proceso de tostión. Con la suma de las tres sentencias lograron crear una industria que en la actualidad produce 150 libras de café mensuales entre café en grano tostado y molido ya con marca y empaque personalizado.

Todos aportan su trabajo y conocimiento, y los más jóvenes le están imprimiendo la posibilidad de quedarse en el campo a las nuevas generaciones: Gustavo, su hermano, es el tostador y catador y Deisy es la gerente y encargada de las ventas y negocios. Además, han podido darle trabajo a la comunidad circundante de la vereda, comprándoles a 15 grupos familiares vecinos 180 toneladas de pergamino seco, que, en tiempos de cosecha, emplea a 100 personas directamente. Es el círculo virtuoso de la reparación.

Por cuenta de la calidad del grano, que los expertos definen como floral, cítrico y de una dulzura panela y chocolate, el Café Sabanitas tiene una calidad de taza ranqueada entre 84 y 87 puntos, una calificación excelsa que los eleva a la categoría de cafés especiales tipo Ejemplar Regional plus +. Hoy exportan su grano a Europa a través de una comercializadora y Deisy por su parte, orgullosa abanderada de la marca, fue seleccionada por Juan Valdez como imagen para la marca Renacer que presenta a quienes “Somos la nueva cosecha de este país”, como reza el eslogan de la campaña. Y hoy, en Agroexpo, la vitrina del agro más grande de Colombia y una de las más grandes del continente, la recibe en el stand de la Unidad de Restitución de Tierras, con su café, parte de los deliciosos productos de “Frutos de la Restitución” que allí se encontrarán.