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null Familias beneficiarias de restitución, de Tolima y Cesar, vivirán en finca que perteneció al narcotráfico

La hacienda Villa Claudia, ubicada en zona rural de Fusagasugá (Cundinamarca), fue extinguida a personas que fueron sentenciadas por enriquecimiento ilícito, procesamiento de estupefacientes y testaferrato. Un total de 5 familias, provenientes de Tolima y Sucre, decidieron vivir en 5 hectáreas de tierra, de las 12 que tiene la finca. Este predio fue entregado a la Unidad de Restitución de Tierras (URT) para utilizarlo en la implementación de la Ley 1448 de 2011.

 

Fusagasugá (Cundinamarca), 03 de febrero de 2015 (@URestitucion). La vereda Piamonte les dio la bienvenida a sus nuevos vecinos: cuatro familias de Tolima y Sucre que hace varios años dejaron sus tierras por culpa de la violencia. Estas personas tomaron la decisión de emprender un nuevo camino en el departamento de Cundinamarca por lo que la hacienda Villa Claudia será su nueva casa. Las 12 hectáreas de tierra les serán entregadas para que puedan dejar atrás las marcas de los asesinatos, las amenazas y los combates generados por las Farc-EP y el ELN.

Después de varios estudios, el Fondo de la Unidad de Restitución de Tierras le pidió al Consejo Nacional de Estupefacientes que le asignara la hacienda mencionada para poder entregarla a manera de compensación. Los jueces de tierras, a través de varias sentencias, le ordenaron a la entidad que buscara un predio de iguales o mejores condiciones que las solicitadas por las víctimas, para que pudieran desarrollar su nuevo proyecto de vida.

Con la venia de los nuevos propietarios, hoy fueron entregadas las parcelas. De manera voluntaria, los beneficiarios aceptaron trasladarse hasta las tierras en mención y emprender el nuevo camino. Cada una de las familias recibió alrededor de una hectárea de tierra apta para adelantar un proyecto productivo, lo que permitirá la autosostenibilidad, además de ingresos económicos. Los predios están avaluados en 400 millones de pesos cada uno.

Uno de los afortunados beneficiarios recibió, en representación de su mamá, el nuevo predio. En 2002, su progenitora tuvo que abandonar la vereda Canoas, del municipio de Ataco, en el Tolima, porque uno de sus hijos fue asesinado. Alrededor de 6 años después del trágico hecho, regresó a recuperar su predio, pero las constantes amenazas la obligaron a alejarse nuevamente.

Actualmente, esta valerosa mujer vive en Natagaima (Tolima), a la espera del día en que pueda llegar a su nueva finca. Ella afirma que de ahora en adelante su objetivo será producir en su tierra. Y, según su hijo, lo que su mamá se propone, lo cumple. “Estamos muy contentos porque ya nos entregaron la tierra. Ella se viene para acá a vivir. Vamos a tener nuestra huerta casera y vamos a trabajar con un proyecto de cerdos. Gracias a la restitución, mi mamá va a disfrutar de una nueva vida”, afirmó.

Doña María Gladys Trujillo madrugó para recibir su predio. Acompañada de su familia, agradeció a la restitución por, según ella, haberle dado la oportunidad de recuperar su vida. “Me siento muy bien, feliz. Más viva que nunca. Recibir mi tierra es una maravilla porque es muy bonito volver al campo. La restitución hace mucho por los campesinos, y eso nos alegra la vida a todos”.

Ricardo Sabogal Urrego, director general de la Unidad de Restitución de Tierras (URT), adscrita al Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, indicó que el trabajo articulado entre instituciones arroja resultados positivos y aporta a un posible posconflicto. “Este es el resultado de una política bien pensada. Este es el esfuerzo del Gobierno por hacer justicia con los campesinos. Ver estas familias contentas, en tierras, recibiendo y asentadas, es gratificante. La gente está muy contenta; tiene mucha gratitud con el presidente Santos, con el ministro Aurelio Iragorri, por esta política; porque se ven los resultados. La gente muchas veces pensó que no iba a recuperar su tierra; y al ver que sí, eso generó una gratitud enorme. Hoy lo que hemos visto son caras bonitas, gente agradecida por el resultado de una política bien pensada”.

El director del Fondo de la URT, Giovanny Pérez, afirmó que son varias las razones por las cuales estas familias no regresaron a sus predios originales. “De las familias, 4 viene del Tolima; 3 tiene problemas de seguridad y una tiene problemas de discapacidad para ingresar al predio de donde salió por lo que el juez decidió compensarle en un predio muy cerca de la ciudad donde ella vive. Una quinta familia que es tal vez, en distancia, la más grande que hemos hecho, toda vez que el señor viene de Valledupar y lo vamos a reubicar en Fusagasugá. Él aseguró que quería vivir en Cundinamarca, conseguimos el predio y se lo estamos entregando. El predio del señor estaba en una zona de reserva forestal. Ese es el beneficio mayor: las familias salen de un predio que no tenía condiciones de seguridad a un predio que tiene condiciones de seguridad, que va a tener proyecto productivo y vivienda asignada”, indicó el funcionario.

Según los expertos, en la hacienda Villa Claudia existe la posibilidad de desarrollar proyectos agrícolas dado que posee suelos apropiados para uso intensivo. Además, pueden ser usados para cultivos agrícolas, forestales o pastos.

El predio, en su interior, cuenta con fuentes hídricas artificiales provenientes de un acueducto veredal, un reservorio en concreto (destinado para bebedero del ganado) y varios tanques plásticos (utilizados para avicultura de engorde).

Entre la vegetación dominante se encuentran pasturas naturales como kikuyo, carretón blanco, algunos árboles de acacia y, en los linderos con predios vecinos, existen arbustos, rastrojos, capote y guarumo, entre otros.

 

Una visita a un predio restituido

Los hermanos Ramírez Molano, Edgar y Jairo, recibieron hoy una sorpresa que les alegró el día. El director de la URT, Ricardo Sabogal Urrego, aprovechó la mañana para visitarlos en su predio, la finca Normandía, que él les entregó hace un año.

Después de haber estado en Fusagasugá, con las familias de Tolima y Cesar, el Director decidió, en sus palabras, “echarle un ojo” al avance de esta tierra, ubicada en zona rural del municipio de Silvania, en Cundinamarca. Las reacciones no se hicieron esperar. “Estaban muy contentos. No pensaron que yo fuera a venir hoy. Los veo muy motivados, hablando de sus emprendiemientos, de lo que ya hicieron, de lo qué van a hacer, de cómo han empezado a tejer lazos de amistad con los vecinos. Es el campesino ubicado, contento, y muy motivado. El predio está muy diferente; ya se nota que los campesinos lo están trabajando y lo han mejorado”, aseguró Sabogal.

Edgar Luis aprovechó la visita a su casa para contarle, a quienes los acompañaron en la mañana, lo más destacado de su nuevo proyecto de vida. “Acá estamos poniendo pastos; tenemos fríjol, cebolla, arracacha, repollo y pensamos, en un futuro, tener ganado. Me ha ido muy bien en mi nuevo predio. Estoy muy contento, estamos trabajando y no hemos tenido ningún problema”, afirmó.

Jairo no se quedó atrás y agradeció a la URT la ayudad brindada. “Nosotros cultivábamos plátano en nuestra tierra; y teníamos ganado. Acá, ahora sembramos fríjol, cebolla, yuca y muchas cosas más. Nos trajimos la cultura de lo que hacíamos años atrás en el Tolima” indicó.

Al finalizar la visita, los hermanos Ramírez agradecieron la visita e insistieron en que, con el trabajo en el campo, recuperaron la tranquilidad que la violencia les arrebató hace varios años.

 

Fuente: Unidad Administrativa Especial de Gestión de Restitución de Tierras Despojadas