Noticias Marzo 2017

null Las voces de los campesinos retumban esperanzadoras en los Montes de María

Por más de una década miles de familias campesinas de los 15 municipios que conforman los Montes de María vivieron los horrores de la guerra. Hoy ven el pasado como una historia que no desean repetir construyendo sus sueños mediante un trabajo disciplinado y la convicción de que el país está pasando la página de la violencia.

Bogotá D.C., 10 de marzo de 2016 (@URestitución de Tierras).  “El día que el juez me restituyó la tierra y me entregaron los papeles donde yo junto con mi esposa éramos los dueños de la finca, la alegría no me cabía en el cuerpo”, así recuerda, Camilo Jiménez*, un campesino costeño de amplia y espontánea sonrisa, el día en que un fallo de la justicia restableció los derechos sobre su parcela que desde ese momento llama ‘Los dos cocos’.

Esa misma expresión se dibuja en la cara de su vecino, Pedro Bula*, un hombre que sueña con tener una empresa agrícola productiva y quien con el respaldo de la Unidad de Restitución de Tierras avanza junto con su esposa y cuatro hijos en el proceso de construcción de ese sueño.

No se queda atrás María Lorena Prieto*, una mujer que la violencia fragmentó su hogar, pero el amor por su familia la llevó a no doblegarse y luchó hasta que la justicia le restituyó su parcela y hoy junto con sus hijos tiene sembrada más de 10 mil matas de ñame, cría de cerdos y un pequeño proyecto ganadero con el que hoy brinda nuevas oportunidades a su familia.

Estas historias se suman a las más de 2.000 personas que se han visto beneficiadas con la política de Restitución de Tierras en los Montes de María y quienes han recuperado más de 7.000 hectáreas en las cuales se han invertido más de 7.700 millones de pesos para el desarrollo de proyectos productivos, programa con el cual se dan garantías para quienes deciden regresar a sus tierras.

En esta región lacerada por el accionar demencial de los grupos armados ilegales; donde se reportaron 56 masacres y jamás se olvidarán los hechos que acabaron con la vida de miles de familias en Pichilín, Colosó, El Salado, Macayepo, El Chengue y Las Brisas, las voces de los campesinos retumban esperanzadoras entre las montañas. 

Ellos saben en carne propia que la violencia no les dejó nada y por ello se han dado a la tarea de participar en jornadas de perdón y reconciliación. Así lo cuenta María Lorena Prieto, “nosotros éramos campesinos, nada teníamos que ver con el conflicto, pero ellos mediante extorsiones, intimidaciones y amenazas nos obligaban a tomar partido y nos dividieron, nos llenaron de temor, nos llenaron de desconfianza. Hoy camino con tranquilidad y veo con esperanza el futuro de mi familia”.

Para Pedro Bula*, la tranquilidad que hoy se respira en los Montes de María es la suma de muchas cosas. La primera la resiliencia de la comunidad campesina que no se dejó doblegar por la violencia, la segunda el respaldo de la Fuerza Pública que llegó y no los ha dejado solos y, la tercera, la entrega de las tierras y los proyectos productivos que les han dado un empuje con el cual han podido ir consolidando sus iniciativas productivas.

Sin embargo, las secuelas de la violencia en los Montes de María dejó un legado perverso y fue la siembra de minas antipersonales. Hoy esas minas están siendo removidas centímetro a centímetro en esta región del país que agrupa a 15 municipios de los departamentos de Bolívar y Sucre.

Desminado humanitario

Un grupo de hombres valientes están con las manos en las tierras removiendo las minas antipersonales para que miles de campesino puedan caminar tranquilos. Son 175 hombres agrupados en 5 pelotones y quienes para esta región se conocen como la Compañía de Desminado Humanitario de la Infantería ellos trabajan en diferentes zonas de los Montes de María en las cuales se han presentado incidentes o la población reporta la presencia de estos artefactos.

Día tras día este grupo de hombres con un protocolo riguroso de seguridad limpian las tierras que serán entregadas a los campesinos como terrenos libres de sospecha de presencia de minas antipersona.

Este trabajo milimétrico ha explorado y despejado un total de 358 mil metros en la región de los Montes de María, en los cuales se han encontrado un total de 37 municiones usadas sin explosionar (MUSE) y 75 minas antipersonal.  

Pasarán muchos años para que las comunidades recuperen los años que perdieron por la violencia, pero en los Montes de María, el deseo de las comunidades campesinas para pasar la página de la violencia se evidencia con su trabajo diario, el pasos que han dado para perdonar y recordar los hechos de pasado con menos dolor.   

Fecha: jueves 9 de marzo 2017

Fuente: Unidad Administrativa Especial de Gestión de Restitución de Tierras Despojadas