El Consejo Comunitario de la Comunidad Negra del Alto Río Dagua y el Consejo Comunitario del Corregimiento de Quinamayo, ubicados en el Valle del Cauca, conocieron cómo pueden acceder al proceso de restitución de tierras y a la reparación integral de sus derechos.
Cali, 24 de febrero de 2021 (@URestitucion). La Unidad de Restitución de Tierras sede Valle del Cauca – Eje Cafetero socializó el Decreto Ley 4635 de 2011, que protege los derechos de las comunidades negras, afrocolombianas, raizales y palenqueras, con la Comunidad Negra del Alto Río Dagua y el Consejo Comunitario del Corregimiento de Quinamayo.
El objetivo de estas jornadas de atención es dar a conocer los principales conceptos de esta normatividad, que brinda medidas de asistencia, atención, reparación integral y de restitución de tierras, a las víctimas pertenecientes a estas comunidades para que puedan iniciar el proceso para restablecer los derechos sobre su territorio, ubicado en zona rural del municipio de Buenaventura y Jamundí, respectivamente.
Sandra Niño, directora territorial de la Unidad de Restitución de Tierras con sede en Valle del Cauca- Eje Cafetero, afirmó que “estos encuentros permiten instruir a las comunidades víctimas de la violencia sobre los conceptos normativos que les permitirán acceder a la reclamación de sus derechos sobre sus territorios y por tanto a la conservación de sus tradiciones y cultura”.
La política de restitución de tierras tiene dos rutas de atención, la ruta individual, que atiende a campesinos víctimas y la ruta colectiva, que acoge a indígenas y afrodescendientes, en donde se reconocen sus derechos propios sobre el territorio, la práctica de su cultura y tradiciones y el respeto de sus autoridades.
La Comunidad Negra del Alto Río Dagua está integrada por 254 familias y más de 900 personas. Han sido afectados por la violencia generada por grupos armados vinculados a la captación de las rentas ilegales, el cobro de extorsiones y la localización estratégica del territorio, que ha sido usado como un corredor para el comercio de armas, drogas y la movilización de tropas.
Por su parte, el Consejo Comunitario Corregimiento de Quimanayo está integrado por 4.800 personas, su territorio fue uno de los lugares donde se concentró una estructura armada del Bloque Calima de las Autodefensa en alianza con mafias asociadas al narcotráfico, que estaban interesadas en la adquisición de predios en la zona norte del Cauca, Jamundí y Buenos Aires y en la consolidación de un corredor para la salida de droga hacía el pacífico.
Estos hechos han derivado en homicidios, ocupación de viviendas, amenazas a pobladores, confinamiento y prohibición de algunas actividades económicas como la pesca, con lo que se ha vulnerado el derecho al uso y goce del territorio.
En el espacio de socialización también se avanzó en la cartografía social que permite identificar los lugares claves para establecer las afectaciones sociales, ambientales y culturales que dejan las acciones delincuenciales en el territorio.