Este mecanismo busca beneficiar con un incentivo a las víctimas que estén en ecosistemas estratégicos y que realicen acciones de preservación del medio ambiente, para que desarrollen actividades productivas sostenibles.
Apartadó, 22 de abril de 2024 (@URestitucion). Como parte del convenio interinstitucional entre la Unidad de Restitución de Tierras (URT) y la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), se realizó el primer encuentro de socialización y exploración del proyecto que pretende impulsar la territorialización de Trabajos, obras y actividades con contenido restaurador-reparador (Toar), a través del pago por servicios ambientales en la región del Urabá antioqueño.
La jornada, que inició el viernes 19 y se extendió hasta el sábado 20 de abril, adelantada en el municipio de Apartadó, se proyectó como un escenario exploratorio, sensible y de diálogo que pretende convertirse en un aporte a la reparación de las victimas restituidas por la URT.
La propuesta busca que la realización de los Toar genere la producción de servicios ambientales para la paz, y que estos representen un valor monetario que se destine al mejoramiento de las condiciones de producción y la sostenibilidad de los colectivos. Esto mediante la ejecución de acciones de preservación y restauración de los ecosistemas, realizadas articuladamente con las víctimas restituidas de la región y sus comunidades.
Para César Augusto Londoño, director territorial (e) de la URT en Apartadó, “lo que se busca es un trabajo en equipo, un trabajo de la mano entre instituciones y comunidades para generar un impacto en escenarios de recomposición medioambiental. Por ello, el trabajo es con los solicitantes de restitución de tierras ya con sentencias y que se encuentran en procesos de implementación de las medidas complementarias, para generar unos espacios que empiecen a transformar los territorios”.
Los líderes asistentes al espacio de exploración manifestaron que el impacto restaurativo de sus acciones tendría un nivel colectivo y estaría conectado con sus labores y trabajos que, además, construyen tejido social. Ellos dejaron sobre la mesa la necesidad de contar con un acompañamiento institucional constante, para tener claridades sobre temas como seguridad, impacto territorial de los Toar y calidad jurídica de los predios.
La puesta en marcha de la primera fase diálogo de este proyecto y la articulación con instituciones como el Ministerio de Ambiente, la Agencia de Renovación del Territorio, la Unidad para las Víctimas, la Agencia para la Reincorporación y la Normalización, la Misión de Verificación de la ONU, Corpourabá, el Instituto Popular de Capacitación, Forjando Futuros y CINEP, evidencia el compromiso y las garantías de acompañamiento para procesos que benefician a las víctimas de conflicto armado, potencian el desarrollo de la región y apuestan por la paz y la reconciliación.