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null La verdadera reconciliación: segundos ocupantes y víctimas de la violencia trabajan juntos por el campo de El Carmen de Bolívar

Los campesinos restituidos y los segundos ocupantes reconocidos tienen algo en común: son personas consagradas a su campo y que padecieron la violencia y el desplazamiento pero hoy quieren volver a sembrar. Quieren recuperar el tiempo perdido. Y quieren crecer tanto como sus cosechas. Tres ejemplos de construcción de paz en los Montes de María y el aporte de la Unidad de Restitución de Tierras en la estabilización de los territorios históricamente afectados por la violencia.

Los campesinos restituidos y los segundos ocupantes reconocidos tienen algo en común: son personas consagradas a su campo y que padecieron la violencia y el desplazamiento pero hoy quieren volver a sembrar. Quieren recuperar el tiempo perdido. Y quieren crecer tanto como sus cosechas. Tres ejemplos de construcción de paz en los Montes de María y el aporte de la Unidad de Restitución de Tierras en la estabilización de los territorios históricamente afectados por la violencia.

 

El Carmen de Bolívar, 30 de abril de 2021 (@URestitucion). El director general de la Unidad de Restitución de Tierras, Andrés Castro, visitó los proyectos productivos de 29 familias beneficarias en El Carmen de Bolívar y evidenció los avances de la entidad en la atención a segundos ocupantes, en donde se crean experiencias de reconciliación y reconstrucción del tejido social en comunidades de los Montes de María que fueron afectadas por la violencia.

Los segundos ocupantes son personas naturales en condiciones de vulnerabilidad socioeconómica que tienen una relación material o jurídica de propiedad, posesión u ocupación, con un predio objeto de restitución en el que habita o del cual deriva sus medios de subsistencia. Solamente un juez o magistrado reconoce esta condición de segundo ocupante y es el encargado de verificar la ausencia de nexos directos o indirectos con los hechos que dieron lugar al despojo o abandono.    

Acompañado por autoridades locales, el recorrido inició en una parcelación que fue entregada por la Unidad a 11 familias de segundos ocupantes donde, a través de Programa de Proyectos Productivos se adelanta la implementación de emprendimientos de ganadería y avicultura con una inversión cercana a los $380 millones.

Hubo un diálogo en donde los beneficiarios contaron sus experiencias y la transformación de vida que les ha significado el proceso de restitución, ya que estos campesinos pasaron de poseedores de tierras a propietarios, formalizaron sus predios y hoy construyen en la parcelación una comunidad productiva a la que le dominan ‘Los Compadritos’.

“Los campesinos nos han demostrado, con creces, lo que significa el arraigo por lo querido. Para ellos, la tierra lo es todo. Como Estado seguimos el firme compromiso de cumplirles a las víctimas de Colombia. Esto comienza por reconocerlas y no revictimizar a nadie que ocupó, por extrema necesidad, un terreno de alguien más”, expresó el director general, Andrés Castro.

La jornada continuó en el corregimiento El Salado. El director general, dos años después de haberles realizado la entrega simbólica de sus predios, volvió a visitar a miembros de la comunidad de La Peñata, una vereda donde 17 campesinos víctimas de hechos ocurridos en el corregimiento, recuperaron 450 hectáreas en la que implementan proyectos productivos de ganadería doble propósito y agricultura.

El directivo sostuvo un conversatorio en el que se hizo seguimiento al cumplimiento de órdenes de restitución para impulsar la transformación económica y social de esta zona. “La Unidad acompaña a la comunidad en el fortalecimiento de procesos de asociatividad para que puedan potenciar los impactos del proceso de restitución y fortalecer sus proyectos productivos y comerciales. Además, hemos tenido un enfoque diferencial en la atención de mujeres y jóvenes rurales”, explicó Castro.

Finalmente, la comisión conoció el proyecto productivo de Tomasa Calonge Ortíz, una productora apícola con una larga trayectoria en El Carmen de Bolívar que fue reconocida como segundo ocupante en una sentencia de restitución de tierras que determinó su permanencia en el predio solicitado y la compensación a la víctima solicitante.

El fallo también ordenó la atención integral a la señora Tomasa en el fortalecimiento de su proyecto de producción de miel y propóleos. En cumplimiento de esta medida, la Unidad brindó acompañamiento técnico para la industrialización de la cadena apícola y el impulso de La Casa de la Miel.

La Unidad realizó un relanzamiento de su marca La Casa de la Miel para celebrar que esta empresaria está un paso adelante en la cadena productiva pues creció y firmó un contrato para comprar miel a ocho mujeres, también beneficiarias de restitución de tierras y La Casa de la Miel, a su vez, conformó alianza con la panadería Artesanado de Medellín, que elabora panes artesanales con masa madre, técnica, pasión y ahora apoya iniciativas de paz. Bajo el modelo de Agricultura por Contrato del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, estas familias tienes asegurada la comercialización de sus cosechas a precios justos de mercado.

Durante esta jornada, en la que se cumplieron con los protocolos de bioseguridad, se destacaron acciones concretas en el impulso de emprendimientos y la asociatividad, el apoyo a la mujer rural y los aportes de la restitución de tierras en el desarrollo rural sostenible y al diálogo y la reconciliación.

En el departamento de Bolívar la Unidad de Restitución de Tierras ha logrado un avance del 92% en la atención a las solicitudes de ingreso al Registro de Tierras Despojadas y Abandonadas Forzosamente, dando respuesta a 6.242 de los casos presentados ante la entidad.