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null Mujeres del Resguardo Indígena Cuti conforman núcleo étnico de exigibilidad de derechos

30 mujeres de esta comunidad, que ya cuenta con sentencia de restitución de tierras, conocieron herramientas y rutas para exigir sus derechos como integrantes del pueblo Embera.

30 mujeres de esta comunidad, que ya cuenta con sentencia de restitución de tierras, conocieron herramientas y rutas para exigir sus derechos como integrantes del pueblo Embera.

 

Apartadó, 13 de diciembre de 2022 (@URestitución). Más de 800 mujeres campesinas de Colombia participaron de los núcleos de exigibilidad de derechos, liderados por la Dirección Social de la Unidad de Restitución de Tierras. En este proceso fueron involucradas 30 mujeres del Resguardo Indígena Cuti, ubicado en Unguía, Chocó, convirtiéndolo, de paso, en el único núcleo étnico del país en ser parte de esta modalidad.

Se trató de un piloto que permitió recolectar metodologías para trabajar con comunidades indígenas o consejos comunitarios; donde se logró entender sus dinámicas sociales, culturales, ancestrales y comunitarias, a la hora de desarrollar este tipo de capacitaciones con mujeres de la ruta colectiva de la Unidad de Restitución de Tierras.

La Dirección Territorial Apartadó se puso a la cabeza de este proceso y gracias a siete encuentros, cuatro en el año 2021 y tres en 2022, las mujeres conocieron la ruta que recorrieron hasta llegar a obtener sentencia, al tiempo que les explicaron las órdenes impartidas en los fallos y las entidades que están a cargo de su cumplimiento. Por otra parte, aprendieron sobre los tipos de violencia que se tipifican: física, psicológica, económica e institucional. Además, reconocieron el valor de las actividades de cuidado que desempeñan en sus entornos familiar y comunitario.

A través de este espacio, las mujeres Embera conocieron los mecanismos de exigibilidad de derechos, entre los que se destacan el de petición y la acción de tutela. También repasaron otros que son fundamentales, conocimientos con los que desarrollaron ejercicios prácticos para aprender a presentar ese tipo de acciones cuando necesiten defender sus derechos, los de su comunidad o, por ejemplo, reclamar el cumplimiento de las órdenes de una sentencia de restitución de tierras.

Edilma Guazarupa es una de las lideresas que apoyó el desarrollo de las jornadas con la traducción a mujeres que aún no hablan español y destacó que hoy en día varias de ellas se están capacitando y que son importantes estos espacios con las instituciones. Esto servirá para enseñar o compartir las ideas con otras comunidades para que las mujeres no se dejen maltratar, porque también tienen derecho a vivir tranquilas y dignamente”, puntualizó.

La historia cuenta que las mujeres fueron quienes resistieron el conflicto solas con sus hijos. Actualmente, un grupo de ellas forma parte de la Guardia Indígena de Cuti y cada una, con sus familias, están en un predio entregado por la Agencia Nacional de Tierras, donde cultivan maíz, yuca y plátano, para garantizar su seguridad alimentaria.