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null Proyectos productivos urbanos: la nueva apuesta de la URT

Se trata de una iniciativa que busca atender una población que se encontraba en un “limbo”: aquellos beneficiarios de restitución que decidieron radicarse en centros urbanos y a quienes en su momento se les negó la posibilidad de una iniciativa productiva.

Se trata de una iniciativa que busca atender una población que se encontraba en un “limbo”: aquellos beneficiarios de restitución que decidieron radicarse en centros urbanos y a quienes en su momento se les negó la posibilidad de una iniciativa productiva.

 

 

Medellín, 27 de noviembre de 2023. Hace poco más de cinco meses, en el populoso barrio Aranjuez de Medellín, nació “Congelarte”, un emprendimiento de paletas y helados artesanales fabricados por Eduardo González, un cordobés afable, laborioso, resiliente que ya lleva 25 años viviendo en la capital antioqueña. En su momento, él fue uno de los primeros beneficiarios de la política de restitución de tierras y ahora, su proyecto será una de las primeras iniciativas productivas de carácter urbano que apoyará la Unidad de Restitución de Tierras (URT).

Hasta hace un par de años atrás, los jueces de restitución de tierras solo ordenaban la entrega de proyectos productivos a los solicitantes siempre y cuando estos se ejecutaran en predios rurales. Pero la perseverancia de beneficiarios de restitución como Eduardo y los ajustes institucionales internos que viene liderando el Grupo Fondo de Restitución de Tierras y Territorios (GFRTT) de la URT han logrado revertir positivamente esta realidad.

Eduardo, como otros cientos de reclamantes, pidió al juez de restitución que le compensaran con un predio urbano, pues no tenía la más mínima intención de regresar al predio del que fue expulsado violentamente y luego le fue despojado.

De eso hace ya unos 26 años. Eduardo fue beneficiario de adjudicación de predios por parte del desaparecido Instituto Colombiano de Reforma Agraria (Incora, hoy Agencia Nacional de Tierras) a finales de los años 70. Fueron 14 hectáreas las que le dieron en Mata’e’maíz, vereda del municipio cordobés de Tierralta. “Era una finquita bien hermosa. Allá conseguí mi esposa, allá nacieron mis tres hijos, y fui un campesino muy laborioso, pero mi sueño era ser un ganadero”.

Para ello, recuerda Eduardo, hizo un préstamo en la Caja Agraria para adquirir nueve novillas preñadas y dos caballos, “pero, por allá, en 1997, en horas de la tarde, unos hombres armados, comandados por un lugarteniente de Salvatore Mancuso, se llevaron el ganado argumentando que ese ganado no era mío. De ahí comenzaron las amenazas contra mi vida, me hicieron unos estudios de seguridad y lo que me dijeron fue: ‘lo mejor es que se vaya porque su vida acá corre peligro”.

De Tierralta salió directo para Medellín. El segundo de sus tres hijos ya vivía en esta ciudad y fue él quien le tendió la mano para instalarse allí. La entidad bancaria terminó rematando su predio. La desmovilización de los paramilitares y la puesta en marcha de la Ley de Justicia y Paz lo animó a acudir a los tribunales de la justicia transicional para reclamar justicia y reparación.

“Allá, un fiscal se interesó en mi caso y fue él quien me habló de la restitución de tierras”. Eduardo acudió entonces a las oficinas de la Unidad de Restitución de Tierras en Medellín. “Eso fue como en 2012 que llevé mi caso allá. Y ya para agosto de 2018 salió la sentencia. El juez me dio tres opciones: retornar al predio, la entrega de otro predio en una zona similar o compensación con un predio urbano”.

No vaciló mucho en ello. Tenía claro que no quería retornar a la tierra que le causó tanto dolor y pidió compensación con un predio urbano en el barrio Aranjuez. Pero su decisión tuvo en su momento un costo: “resulta que como pedí compensación en predio urbano, no me entregaron proyecto productivo, porque no tenía derecho”.

Una nueva decisión

En su opinión, se trataba de algo injusto. En 2020 radicó un derecho de petición en las instalaciones del Tribunal Superior de Antioquia, con el que consultó a los magistrados de restitución si tenía derecho a un apoyo para un proyecto productivo. “Y hace como tres meses me llegó respuesta del despacho, diciéndome que salí favorecido con un proyecto productivo urbano.  

Dicha situación ya había sido advertida por la Unidad: “cuando la persona era compensada con un predio urbano, pues la URT no tenía las herramientas legales para atenderlos, sobre todo en el componente de proyectos productivos”, señalan funcionarios del Grupo Fondo de la dirección territorial de Antioquia de la URT.

Fue así como en 2022, la Unidad comenzó a estructurar un plan para atender a los beneficiarios de restitución que decidieron quedarse en los centros urbanos y en 2023, mediante Acuerdo No. 54 del Grupo Fondo, se definieron los parámetros para brindar atención tanto a quienes fueron restituidos en predios urbanos como a quienes fueron compensados.

Así, a la fecha, la dirección territorial Antioquia de la URT cuenta con 24 órdenes emitidas por los jueces de restitución para acompañar proyectos productivos de carácter urbano, una de ellas en Medellín, que, curiosamente, no es el de Eduardo.

“Con el caso de Eduardo, como su predio estaba en Córdoba, el juez ordenó que fuera la dirección territorial de Córdoba que lo acompañara, pero como él ya lleva más de dos décadas viviendo en Medellín, pues seremos nosotros desde la territorial Antioquia los que acompañaremos este caso, que sería piloto para nosotros”, declaran integrantes del Grupo Fondo de esta dirección.

¿Cuál será el acompañamiento que recibirá Eduardo por parte de la URT? Esto es lo que él espera: “Ojalá nos pudieran apoyar con una máquina que nos ahorraría tiempo y dinero en la elaboración de las paletas de helado. Hoy hacemos 100-120 diarias y las vendemos todas, pero con la máquina, podríamos hacer más. ¿Qué cómo nació esta idea? Jajaja, bueno, si viera que fue por mi nieta que un día me dijo: ‘papito, ¿por qué no haces paletas para vender?’, y con mi hijo nos pusimos a estudiar recetas por internet. Y así nació y ahí vamos muy bien”.