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null Tras dos desplazamientos y el riesgo de reclutamiento forzado, familia de La Gabarra se beneficia con la restitución de tierras

Luego de la masacre de La Gabarra, ocurrida en 1999 en el corazón del Catatumbo, en Norte de Santander, decenas de personas quedaron marcadas por el terror y la zozobra, razón que llevó a una familia a dejar su vivienda y huir para evitar que sus niños fueran reclutados por paramilitares.

Luego de la masacre de La Gabarra, ocurrida en 1999 en el corazón del Catatumbo, en Norte de Santander, decenas de personas quedaron marcadas por el terror y la zozobra, razón que llevó a una familia a dejar su vivienda y huir para evitar que sus niños fueran reclutados por paramilitares.

 

Cúcuta, 23 de noviembre de 2023 (@URestitucion). Los beneficiarios de esta reparación integral del Estado son una mujer y sus seis hijos, quienes debieron desplazarse en el año 2000, desde La Gabarra, municipio de Tibú, meses después de una de las mayores masacres ocurridas en la región, debido al miedo que les ocasionó ver a vecinos y amigos muertos, a manos de grupos paramilitares que incursionaron en la zona.

La sentencia a favor de esta familia fue proferida por el Juzgado Segundo Civil Especializado en Restitución de Tierras de Cúcuta. El corregimiento de La Gabarra del municipio de Tibú, Norte de Santander, es tristemente recordado por ser uno de los epicentros de violencia, desplazamiento y despojos de tierras más atroces en Colombia.

“Meses después fuimos regresando a nuestra casa, pero empezamos a ver cuerpos desmembrados flotando por el río Catatumbo y nos dio muchísimo terror con los niños y el resto de la familia. Como a mi esposo lo mató la guerrilla, empezamos a tener muchísimo miedo porque los paramilitares estaban empezando a reclutar a niños y jóvenes, entonces volvimos a sacar a la familia; yo fui la única que me quedé trabajando en La Gabarra, para poder mandarles plata a ellos”, comentó la madre de familia.

La mujer afirmó que los paramilitares no la amenazaron ni le exigieron abandonar su casa, pero el miedo no los dejaba vivir tranquilos, pues temían que ocurriera otra masacre o que sus hijos fueran obligados a conformar ese grupo armado, factores que fueron evaluados por un juez Especializado en Restitución de Tierras para proteger el derecho fundamental a la restitución a través de la equivalencia, lo que indica que la familia recibirá un predio de iguales o mejores características al que tuvieron que abandonar, pero en otra región del país.

El director territorial de la URT Norte de Santander (e), Rafael Figueroa, dijo que la Unidad para las Víctimas, incluirá a esta familia en el Plan de Atención, Asistencia y Reparación Individual, con el fin de generar el respectivo pago de indemnizaciones administrativas que correspondan.

Los beneficiarios también serán postulados por la Unidad de Restitución de Tierras ante el Gobierno Nacional para el otorgamiento de subsidio de vivienda, en programas de capacitación técnica en el SENA y recibirán un proyecto productivo acorde a su vocación agrícola o urbana, teniendo en cuenta dónde se defina la compensación del predio.

“Así logra la Unidad de Restitución de Tierras proporcionar a esta mujer cabeza de hogar, una herramienta poderosa traducida en la reparación integral por medio de la restitución y compensación de sus tierras, forjando la superación de la situación vivida, aportando a la paz y al mejoramiento de la calidad de vida de su familia”, concluyó el director (e) Rafael Figueroa.

La Unidad de Restitución de Tierras, específicamente en el municipio de Tibú, ha presentado 389 demandas de restitución antes los jueces Especializados de Restitución de Tierras de la República, quienes hasta el momento han proferido 112 sentencias que han beneficiado a 358 personas, de las cuales 200 son mujeres.