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null Un paraíso para la paz, en medio de Orito, Putumayo

Después de ser testigo de diferentes hechos violentos, Albeiro Ortiz tuvo que abandonar su hogar para proteger a su familia de amenazas de muerte por parte de grupos ilegales. Pero desde que fue restituido, logró convertir el terreno abandonado por 11 años, en una de las fincas más prósperas de su vereda. La sentencia de restitución, no sólo le devolvió su herencia familiar si no también un líder nato a su comunidad. Esta es una de las historias que hacen parte de la segunda temporada de la serie ‘Tierra’, original de la Unidad de Restitución de Tierras.

Después de ser testigo de diferentes hechos violentos, Albeiro Ortiz tuvo que abandonar su hogar para proteger a su familia de amenazas de muerte por parte de grupos ilegales. Pero desde que fue restituido, logró convertir el terreno abandonado por 11 años, en una de las fincas más prósperas de su vereda. La sentencia de restitución, no sólo le devolvió su herencia familiar si no también un líder nato a su comunidad.

Esta es una de las historias que hacen parte de la segunda temporada de la serie ‘Tierra’, original de la Unidad de Restitución de Tierras.

 

Mocoa, 21 de septiembre de 2021 (@URestitucion). Llegar a “Los Chíparos”, a 10 minutos de Orito, Putumayo, es como entrar en un pequeño paraíso. Grandes extensiones de pastos verdes resplandecientes cubren las amplias colinas por donde las gallinas caminan libres, las aves reposan en los árboles frutales y amazónicos y las vacas con sus terneros junto a los imponentes caballos, pastan con tranquilidad sabiendo que nada malo podría pasarles. Una irreverente pomarrosa se levanta con la apariencia de lo que pudo haber sido el árbol de la vida en medio de dos pozos de alevinos que reflejan el azul de un cielo profundo. Al fondo del pequeño camino, que atraviesa una ladera del predio se encuentra la casa de la familia Ortiz Gómez, seguida por plantíos de plátano, yuca y cualquier variedad de hortalizas que pudieran necesitar para sus comidas familiares. Doña Olga, la madre, ha rodeado de hermosas flores la casa que construyó su esposo con sus propias manos y en el frente, los perros baten su cola mientras juegan alegres con sus nietos pequeños, Santiago y Mateo. Un predio que paso a paso, se ha ido convirtiendo en auto sostenible y es sin duda, un ejemplo de la resiliencia de una familia que se empeña en trabajar en lo que les apasiona: la tierra.

El dueño es Albeiro Ortiz, un ganadero de 56 años y padre de cuatro hijos, que siempre recibe a sus invitados con los brazos abiertos, transmitiendo confianza y amabilidad. Muestra con hechos lo que significa dar pasos confiados hacia una nueva oportunidad porque en realidad, su situación no siempre fue igual. Con lágrimas expresa su agradecimiento, cuenta como han pasado casi tres años desde que regresó a su tierra después de encontrarla totalmente descuidada, llena de rastrojos y con la casa, la que tuvieron que dejar desde el 2007, destruida. A partir de ahí, dice, solo han recibido bendiciones.

Una oscura noche

Albeiro es uno de los 146.104 colombianos que, según el registro de víctimas, han sufrido los impases a causa de la violencia en Putumayo. Es un huilense de corazón amazónico que se mudó a Putumayo en 1996 en busca de nuevas oportunidades y su idea era preservar la herencia familiar y trabajar en ganadería. Vino con su suegro y se radicó en el Valle del Guamuez, en donde padecieron situaciones difíciles que los hicieron mudarse. En 2002 adquirió, con su herencia familiar, el predio “Los Chíparos” que estaba en una zona aparentemente más tranquila, no obstante, esa violencia que es estaba viviendo en el Valle del Guamuez, también llegó Orito. Los habitantes resultaron en medio del conflicto armado por la disputa del territorio que se desencadenó en combates, desplazamiento forzado, amenazas, señalamientos y homicidios que sembraron el terror en muchas familias.

“Don Albeiro, lo mejor es que no amanezcan ¡Es la orden!”, esas fueron las palabras que dieron inicio a la peor época de la familia Ortiz Gómez, cuando en la temible noche del 13 noviembre de 2007, llegaron unos hombres vestidos de camuflado y muy armados y lo llevaron lejos de su esposa para amenazarlo. Tuvieron que huir con las pocas pertenencias que cupieron en las bolsas más grandes que encontraron, “como si hubiéramos cometido un delito”, abriéndose camino hacia su tierra natal en el Huila, con el corazón roto y un futuro incierto; más valía la vida de sus seres queridos que lo mucho que dejaba atrás. 

Los Ortiz no saben a ciencia cierta quién fue, ni tampoco porqué sucedió lo que sucedió, sospechan que pudo ser por su negativa en participar en los paros cocaleros con los que no estaban de acuerdo o el hecho de que sus hijos prestaban servicio al Ejército Nacional, pero en vista de lo que les sucedía a sus vecinos de la zona, decidieron huir.

Llegaron a Acevedo, Huila, sin patrimonio, pero más unidos que nunca. Por once años trabajaron cosechando café de sol a sol, en jornadas extenuantes de las que no obtenían un pago justo. Entre tanto, personas inescrupulosas y una deuda con el banco, que después del desplazamiento no se pudo pagar, les arrebataban su predio en Putumayo. Con el tiempo, la deuda creció a niveles astronómicos. El predio era susceptible a ser rematado.

La tierra prometida

Tras conocer la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras, Albeiro dejó en manos de la Unidad la posibilidad de recuperar todo lo que poseía. En el 2017 se inscribió su proceso y un año después, el Juzgado Civil del Circuito Especializado de Restitución de Tierras de Mocoa, profería la sentencia que ordenaba su reparación integral. En noviembre 23 del 2018, con toda su familia, lágrimas en sus ojos y el corazón palpitando de emoción, retornaba a su predio y retomaba los sueños que se habían suspendido por más de una década.

Desde entonces, la familia se ha convertido en un ejemplo a seguir por toda una comunidad. La deuda, que de 30 millones de pesos pasó a 210, fue condonada y, los Ortiz trabajan juntos por levantar la finca, convirtiéndola, a dos años del retorno, en un verdadero paraíso auto-sostenible. Escogieron la ganadería doble propósito como proyecto productivo porque es su experticia y sobre todo su pasión. Con el dinero dispensado por la Unidad de Restitución de Tierras Albeiro realizó la compra de siete vacas doble propósito tipo leche, la construcción de un corral y postes para cercas e insumos pecuarios. Con el apoyo de sus hijos, que hoy son profesionales, ha logrado multiplicar estos insumos contando con al menos 90 cabezas de ganado, y la producción de leche es transformada en queso prensado que comercializa localmente.

Con el suero obtenido del queso se están alimentado seis marranas de cría, y con recursos propios, así como de las ventas del queso y los lechones, ha incrementado el número de novillas tipo leche mejorando su potencial genético. Últimamente, adquirió caballos y está en proceso de recuperación de sus pozos piscícolas para la siembra de alevinos. También está trabajando con producir forraje hidropónico para ayudar a mejorar la dieta alimenticia de las vacas en producción de leche pues entiende plenamente la importancia de la conservación ambiental. Albeiro también recibió 20 colinos de plátano y 30 esquejes de yuca que reprodujo en su finca y extendió, regalando plántulas a sus vecinos cercanos quienes también hoy cuentan con cultivos de este tipo. Además, construyó un galpón de pollos y una huerta casera implementada por iniciativa personal.

Hoy nos cuenta su historia sonriente bajo el azul infinito del cielo putumayense, mientras un arcoíris aparece sobre su cabeza, indicando tal vez, que no volverá a pasar por esas pruebas, enmarcando un futuro diferente. Su visión es continuar creciendo, contagiando a sus vecinos de ese positivismo y de la idea de convertir sus predios en lugares económicamente rentables y sobre todo pacíficos, con miras a que las nuevas generaciones amen el campo y decidan conservar su lugar en paz.

“Una pasión”, es el capítulo 13 de la segunda temporada de ‘Tierra’, la serie documental, original de la Unidad de Restitución de Tierras, que narra experiencias de vida de beneficiarios como Albeiro Ortiz y su familia. Para conocer más de esta historia, puede ingresar al canal de YouTube oficial de la entidad, a través del link: https://youtu.be/VF0sFQdxzm8