Noticias 2015

null “Nuestra esperanza es la restitución de tierras”: solicitante de la vereda La Trinidad

La vida de Margarita Martínez* es un vaivén de recuerdos alegres y tristes. Por un lado, vive tranquila con su madre y sus dos hijos en el municipio de Soledad (Atlántico). Pero, por otro, siente que una parte de ella aún permanece en la vereda La Trinidad (jurisdicción del municipio de Sitionuevo, Magdalena), lugar de donde se desplazó hace dieciocho años con su familia, después de la muerte de su padre a manos de un comando paramilitar.

 

Barranquilla, 9 de mayo de 2015 (@URestitucion). “Mi papá estaba como a unos 30 metros del rancho arreglando una cerca porque quería evitar que se le salieran los animales. En ese momento, un grupo de hombres armados que se movilizaban en una camioneta con vidrios polarizados lo abordaron. Dos sujetos se bajaron del vehículo y le preguntaron si estaba armado. Luego de que él respondiera que no, le dispararon”, fue el relato triste de la joven mujer antes de romper en llanto.

Pese a que ha pasado tanto tiempo, Margarita se formula constantemente el mismo interrogante: “¿Por qué lo hicieron?” Inmediatamente responde sin titubear: “Si querían quedarse con el predio, ¿por qué no se lo hicieron saber? Mi papá les hubiera entregado todo con tal de conservar su vida y proteger a su familia”.

Desde entonces ha tratado, en lo posible, de guardar los mejores recuerdos de su padre. Esto le ha permitido sacar fuerzas para rehacer su vida en una población del departamento del Atlántico que la acogió hace más de una década. Allí comenzó de ceros y dispuesta a dar la pelea para recuperar sus tierras en la vereda La Trinidad.

“La historia de mi familia comenzó a cambiar luego de enterarnos de la existencia de una entidad que nos podía ayudar: la Unidad de Restitución de Tierras. Mi cuñada fue la que me avisó y me aseguró que había grandes posibilidades de recuperar el rancho. Fue así como decidí acercarme a sus oficinas para presentar mi declaración”, expresó Margarita.

Conforme avanza en su relato, su semblante cambia. Habla con positivismo y seguridad. Siente que esta alternativa del Gobierno Nacional sí va a atender su llamado. “Era la primera vez que sentíamos que alguien de verdad nos escuchaba. Salimos finalmente del anonimato”, puntualizó.

Margarita quiere regresar a sus tierras. Sabe que son la garantía para el futuro de sus hijos, los cuales estudian actualmente en un colegio del municipio de Soledad (Atlántico). Además está cansada de pagar un arriendo. Es consciente que los 300 mil pesos que debe pagar por un techo, podría invertirlos en La Trinidad, si estuviera viviendo allá.

Sin embargo, no se impacienta. Esta valiente mujer conoce muy bien las diferentes etapas del proceso de restitución de tierras y está segura de que su gestión va por buen camino. Mientras tanto, comienza a contarnos sus proyectos a corto y mediano plazo.

“La piscicultura es algo que he querido estudiar desde hace mucho tiempo. Es una alternativa que quiero hacer realidad, una vez la Unidad de Restitución de Tierras me ayude a recuperar mi rancho. Estoy segura de que la buena noticia tocará a mi puerta en cualquier momento”, comenta con emoción Margarita.

Al igual que muchas mujeres solicitantes de la región, siente que la URT le ha devuelto algo que habían perdido por causa del abandono en el que se encontraban: la esperanza. “Desde el primer contacto con el personal de la Unidad, uno siente un trato especial. Uno siente el interés de los funcionarios por orientarnos y aclarar todas nuestras inquietudes”, manifestó.

Actualmente, la solicitud de restitución de tierras adelantada por la joven mujer se encuentra en la fase judicial. En este momento, los jueces especializados de Santa Marta son los que tienen la última palabra. Mientras esa decisión se concreta, Margarita trabaja con la misma energía y tesón para sacar adelante a su familia.

*El nombre de la solicitante fue cambiado. 

 

Fecha: domingo 10 de mayo 2015

Fuente: Unidad Administrativa Especial de Gestión de Restitución de Tierras Despojadas