Noticias 2015

null Mujeres restituidas son ejemplo de productividad y pujanza

Más de 25 mujeres madres que han retornado al campo gracias a la restitución de tierras, emprenderán el proyecto comunitario de cría de gallinas ponedoras, en las haciendas Santa Paula y Cedro Cocido, encaminado a la seguridad alimentaria y sostenibilidad del retorno. Este proyecto será ejecutado con recursos asignados por la Gobernación de Córdoba, tras la aprobación de la propuesta presentada por la Unidad de Restitución de Tierras (URT) en busca de gestionar recursos para apoyar el papel fundamental que desempeñan estas mujeres en el desarrollo rural.

Montería, 08 de abril de 2015. (@Urestitucion). Las mujeres beneficiarias con el proceso de restitución han dado cuenta de que el trabajo del campo no es solo para el género masculino. Al llegar a cada una de sus parcelas se evidencia en la organización, pulcritud y productividad, el compromiso que tienen las señoras de la casa con sacar adelante sus proyectos productivos.

Ángela Monterrosa, una de las mujeres que emprenderá el proyecto de gallinas ponedoras,  es madre de 4 hijos y se desempeña como madre comunitaria del ICBF, labor que lleva a cabo  en las parcelas de Santa Paula y el municipio de Leticia. Adicional a esto, en su tierra, tiene una huerta casera y cría de aves de corral, de donde se apoya para la alimentación de su familia. Junto a su esposo, han dejado claro que la edad no es impedimento para sacar adelante los sueños, pues a pesar de que ambos son adultos mayores, son ejemplo de trabajo y constancia para la comunidad.

Así como ella, otras 25 mujeres campesinas, que han retornado a sus parcelas restituidas en Santa Paula y Cedro Cocido, serán las encargadas de ejecutar el proyecto productivo de cría de gallinas ponedoras con el que se busca garantizar la seguridad alimentaria de estas familias y generar ingresos adicionales para la sostenibilidad de su regreso al campo.

Los recursos para este proyecto serán asignados por la Gobernación de Córdoba, tras haber aprobado la propuesta presentada por la Unidad de Restitución de Tierras, de manera conjunta con las mujeres parceleras, con la finalidad de gestionar recursos para cumplir con este anhelo que desde hace un tiempo se venían planteando.

“Este es el mejor regalo de día de las madres que nos han dado, porque nosotras que amamos el campo y sabemos cómo trabajarlo, agradecemos mucho todo el apoyo que las entidades nos puedan brindar para seguir saliendo adelante y cumplir con nuestro sueño de hacer prosperas nuestras tierras” expresó Doris Ramos, otra parcelera que vive en Santa Paula con su esposo y sus hijos hace más de 1 años.

Doris, luego de salir despojada de su parcela por las AUC tuvo que trabajar en modistería, como empleada doméstica, vendiendo mochilas que ella misma teje, entre otras actividades, para apoyar a su esposo en la crianza de sus hijos. Asegura que decidió venirse a vivir definitivamente a su parcela porque en ese lugar se siente feliz, sin las dolencias propias de su edad y respirando la paz del campo. Ahora se dedica a cuidar con ahínco a sus animales, hace queso con la leche que obtiene de las vacas compradas con los recursos para el proyecto productivo otorgado por la URT y tiene una huerta casera donde cultiva cebollín, ají, tomate, entre otras hortalizas.

En Córdoba más 1000 mujeres forman parte de los  núcleos familiares beneficiarios con el proceso de restitución. De estas carca del 10% son madres cabeza de familia y se encuentran a cargo de sus parcelas, proyectos productivos y otros beneficios anexos.

Martha Bula, pertenece a ese 10%, pues es madre cabeza de familia y pese a que sus hijos ya son adultos, es ella quien se ha encargado de sacar adelante su parcela. Recuerda que la vida no ha sido nada fácil para ella, pues no solo ha tenido que realizar innumerables actividades para obtener recursos para la educación y crianza de su familia, sino que tuvo que vivir, hace mas de 20 años, el despojo de su parcela en la hacienda Santa Paula.

Hoy su rostro se ve resplandeciente, su vida ha dado un giro total y ahora es una de las lideresas más reconocidas entre la comunidad por la seriedad y transparencia con la que lleva a cabo todo lo que emprende. En su parcela cuenta con cultivos de temprano rendimiento, hortalizas, aves de corral, porcicultura y piscicultura. El trabajo en el campo lo combina con sus labores como madre comunitaria y con las reuniones a las que asiste en representación de su comunidad.

“La restitución ha sido para mí la bendición más grande que ha llegado a mi vida, puedo decir que gracias a este proceso mi vida cambió por completo” asevera doña Martha con gran emoción. 

 

Fecha: domingo 10 de mayo 2015

Fuente: Unidad Administrativa Especial de Gestión de Restitución de Tierras Despojadas